Conocí a mi esposa en la escuela secundaria cuando teníamos 15 años. Fuimos amigos durante diez años, hasta que decidimos que ya no queríamos ser sólo amigos. Recomiendo ampliamente que los mejores amigos se enamoren. Vendrán muchos buenos ratos de una relación así.
Yo sigo con mis metas. Tengo metas para todo y sin ellas no puedo vivir(¡es un suponer claro!). Cada año vuelvo, escribo metas nuevas y miro las que ya he cumplido para ponerles un símbolo de "conseguido" o no "conseguido", pero de repente me doy cuenta de que mi gran meta, mi propósito de vida, a veces se va difuminando y debo volver a dibujarlo muy claro para no olvidarlo o perderlo. Hoy de nuevo vuelvo a buscar mi propósito en la vida, el mismo que me hará seguir adelante con un sentido. Y tú, ¿cuál es tu propósito en la vida?
Wayne Dyer contó en "el poder de la intención" que cuando hacemos un acto de bondad aumenta la serotonina(la serotonina es una hormona que ayuda a que nos sintamos bien), y que incluso los que ven ese acto de bondad(por ejemplo ayudar a alguien que lo nececite) también los hace sentirse bien.
El pasado sábado tuve la suerte de ver en Sevilla la ópera Rigoletto. La mayor parte del tiempo estuve allí, atento a las voces, las canciones, el tema etc, pero hubieron ciertos momentos que me salía de lo que estaba viendo y comenzaba a pensar en otras cosas ajenas a la ópera.
Desgraciadamente, a veces dejamos de disfrutar del momento presente para irnos al pasado que ya no existe(y, ¿para qué pensar en él) o mirar hacia adelante, hacia un futuro que llegará en su momento.
A veces pensamos en el futuro y lo idealizamos. Pensamos que será de esta o aquella manera y que entonces cambiará mi vida. Nos perdemos el presente por un pasado que no volverá o por un futuro que aún no está escrito.
Consejo: Agárrate a este presente que sólo vives una vez y que es lo único que tienes.
Mi amigo José Manuel Navarro tiene un don muy grande, un don que yo envidio mucho, y es su buena memoria. Cada cierto tiempo me escribe por facebook y me cuenta historias de mi niñez, de nuestra niñez que yo tenía olvidadas. Cada vez que me cuenta una historia mi mente se traslada al pasado y de nuevo vuelvo a vivirla.
Creo que todos deberíamos tener memoria para las cosas buenas y olvidarnos de las malas. Las cosas buenas deberían perdurar en nuestra memoria para siempre y las malas, por el contrario, deberían desaparecer (una vez que hemos aprendido la lección).
Amigo José Manuel espero y deseo que sigas teniendo esa mente maravillosa y prodigiosa y que sigas recordándome esos episodios, por mi olvidados, de mi niñez.
Hace poco he tenido la suerte de viajar una vez más por Estados Unidos y como siempre mi mente, mi alma, mi espíritu y mi ser vienen muy fortalecidos con la experiencia.
Yo siempre aconsejo a todos mis amigos y familiares a que viajen, a que vean otras culturas y descubran que hay vida fuera de nuestras fronteras. Y con vida me refiero a que hay otros mundos por descubrir, otros mundos donde la palabra crisis no es usada diariamente en los telediarios y lo que es peor en la boca de todo el mundo.
Después del viaje, mi espíritu viene fortalecido por las maravillosas experiencias vividas. Mi mente se ha expandido un poco más con las cosas vistas y traigo sed de aventura, de movimiento, de evolución, de seguir adelante con fuerzas renovadas. Se ha abierto una ventana de esperanza, de ilusión por seguir viviendo en esta tierra maravillosa en la que nos ha tocado vivir.
Te aconsejo que la próxima meta que pongas sea la de viajar al extranjero, da igual donde sea, seguro que algo aprendes.
(Foto de Nashville, la cuna de la música cowntry)