Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
- ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
- Espera un minuto - replicó Sócrates. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.
- ¿Triple filtro?
-Correcto -continuó Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo,
puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
- No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y...
- Bien -dijo Sócrates. Entonces realmente no sabes si es cierto o no.
- Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, por el contrario...
- Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de
que sea cierto.
Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la
utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, la verdad que no.
- Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni
bueno, e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo?
Usa este triple filtro cada vez que oigas comentarios sobre alguno de
tus amigos cercanos y queridos...
30 de agosto de 2012, 23:01
Ufff, cuanta verdad. Hay que aplicarlo en la vida diaria que aunque nos rodeamos de gente buena, también hay algunas por ahí que siempre llevan y traen cotilleos innecesarios que lo que hacen es daño. Un abrazo
30 de agosto de 2012, 23:09
A veces es difícil no escuchar un cotilleo, pero con esfuerzos todo se consigue, y lo que se recibe entre otras cosas es tranquilidad. Saludos
10 de septiembre de 2012, 8:47
Muy, muy bueno este post. Lo voy a copiar para el tablón de anuncios (y para mí).
Gracias.
10 de septiembre de 2012, 16:13
Me alegro te guste. Para mi también fue algo muy bueno. Creo que si lo aplicamos nos hace ser mejor persona.