Nunca me ha gustado que hablen mal de mi familia o de mis amigos.
Cuando alguien lo ha hecho, tranquilamente he dicho cuando vuelva tal o cual se lo decimos.
Pero no es fácil, ya lo sé. Siempre tendemos a opinar sobre lo que ha dicho éste o ésta y cómo se ha comportado.
Yo parto de la base que no somos perfectos, pero si queremos que la gente opine bien de nosotros debemos ser leales con los que no están presentes, de esa manera generamos confianza en los que sí están.
21 de junio de 2012, 16:27
De acuerdo totalmente, Víctor. Y sobre todo a parte de lo que dices, aunque hablen mal de alguien, nunca cierro la puerta, me gusta tomar mis propias decisiones y tener mis propios conceptos de las personas, con lo cual al final, lo que siempre quedan mal son aquellos que critican
22 de junio de 2012, 0:52
La crítica es dañina. Yo prefiero construir puentes, en vez de derribarlos. Saludos y es seguro que los que critican son los que quedan mal.