Javier Urra en su libro "Hablemos de felicidad" nos dice esto:
- Si tuviéramos siempre la felicidad al alcance de la mano no la apreciaríamos tanto. El ser humano tiene la mala costumbre de no valorar mucho lo que tiene y eso es un error grave. No hay que olvidar, además, que el sufrimiento forma parte de la vida porque no podemos controlar todo cuanto nos sucede. Por eso el amor, los amigos, la familia son los mejores pilares para alcanzar la felicidad y los mejores soportes para sostenernos cuando la vida te abofetea.
- ¿Qué rasgos comunes tiene la gente feliz?
- A todos les caracteriza su actitud positiva y el dar y compartir: eso es esencial. La fórmula, si es que la hay, para ser feliz es recrearnos con las pequeñas cosas cotidianas, tener un proyecto de vida, una ilusión, una vocación y sentirnos valorados.
- ¿El bienestar depende mucho de la genética?
- La genética es básica si hablamos de la salud, aunque los porcentajes varían si hablamos de según qué enfermedad. Pero los genes son secundarios en las decisiones que tomamos a diario y que forjan nuestro futuro. Lo que sí influye es que una madre depresiva puede marcar a su hijo para el resto de su vida. Pero, sin embargo, hay gente que ha sido maltratada por la vida que no sólo ha sabido superar el trauma sino que les ha forjado una personalidad fuerte y atractiva.
- ¿Pero se puede aprender a ser feliz?
- Sí. A los niños se les puede enseñar a ser felices, y sobre todo a no ser estúpidos. ¡Hay tanto niño tonto del yo- me- mi -conmigo...!
- Usted fue el primer Defensor del Menor en España y está acostumbrado a tratar con jóvenes conflictivos. ¿Cree que la sociedad se ha vuelto demasiado permisiva con los jóvenes?
- Hay mucho niño sobreprotegido que se frustra con mucha facilidad ante las pequeñas dificultades de la vida, por eso hay que enseñarles a saber lo que es el deber desde muy jóvenes. Enseñarle a que tiene que devolver a la sociedad tanto como ha recibido en la escuela. Todo esto le hará feliz, y hará feliz a los demás. Al final, nadie nos recordará por lo que hicimos o dijimos, sino por lo que hicimos sentir a otros.
- ¿Cómo se puede tirar hacia adelante en circunstancias adversas como las actuales?
- Con optimismo, coraje y con una buena actitud. Por eso a los jóvenes hay que enseñarles a que cuando se está jodido, porque aveces la vida es jodida, tienen que seguir sonriendo, así acabarán encontrándose mucho mejor.
- Dicen que una clave para ser feliz es tener expectativas moderadas.
- Sí, seguro. Con los años aprendemos que después de la tormenta sale el sol y que si se tiene amor la vida merece la pena aunque no se vean cumplidos todos los deseos. Tendemos a mirar lo que nos falta, lo que hemos perdido, a regodearnos con lo que nos entristece; sin embargo, en lo que debemos centrarnos es en cuidar todas las cosas buenas que nos rodean y cuidarlas. Aprender, además, que el sufrimientos es parte de la vida. Por eso soy partidario de que el niño vaya al entierro de su abuela porque no se le debe ningunear la realidad.
- ¿Los canarios, somos gente feliz?
- Según un estudio realizado en 2011 por el instituto Coca- Cola, el 67% de los canarios son felices a pesar de la crisis.
La provincia
0 Response to " "
Publicar un comentario