Aunque parezca que siempre has pensado de la misma manera, si profundizas en tu mente, te darás cuenta que no es así.
Cuando somos pequeños nuestra mente está virgen. Cada día va aprendiendo patrones que se fijan por sí solos cuando vemos como nos tratan los demás y también por nuestras elecciones.
Pensamientos actuales se forjaron en nuestra mente hace mucho, lo que ocurre es que no sabemos cuando y además pensamos que no podemos cambiarlos.
Mi amigo José vivió en la época de Franco entre Alemania y España. Sus padres tuvieron que emigrar como tantos españoles. A veces pasaba largas temporadas en España con su madre y vivía muy bien con el dinero que su padre les mandaba. Era un niño con dinero en una España para la gran mayoría pobre. Actualmente vive en Alemania y sus pensamientos actuales están anclados en un pasado que su mente le dice que fue mejor. Le encanta Franco y colecciona fotos originales del mismo. Y no solo eso, tiene grabado en su mente sabores y olores de su niñez y se lleva para Alemania productos que allí no hay como son Avecrem o Carbonell. Recuerda de memoria anuncios de la radio de la época tan vivos como si fueran actuales etc.
Actualmente y con cerca de 50 años mi amigo José sigue "programado" y en muchas cosas no quiere cambiar, aunque poco a poco hace pequeños cambios.
Dentro de cada uno de nosotros existe un poder y una inteligencia muy fuerte. A medida que aprendamos a controlar la mente, eligiendo conscientemente los pensamientos, iremos ganando más poder. Aunque parezca lo contrario la mente no nos controla, nosotros controlamos la mente.
Cuando queremos cambiar pensamientos que llevan anclados muchos años, tu mente se rebelará, se siente cómoda ahí, no querrá someterse a un nuevo entrenamiento. Pero el control lo llevas tú, si te mantienes firme, en poco tiempo la nueva manera de pensar habrá quedado grabada. Y te sentirás muy bien al darte cuenta que eres el dueño de tu propia mente.
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