Tiempo de aprendizaje.

Ser feliz no significa que no haya días malos. Cuando comienza el día de manera difícil, lo que se llama coloquialmente "levantarse con el pie izquierdo", preparo bien mi mente y lo aprovecho a tope, porque sé que es tiempo de aprendizaje. Ese día, elijo estar bien, y a pesar de la dureza, abro bien mi mente para sentir interiormente qué enseñanza debo aprender. Hay que recordar que tenemos días malos para darnos cuenta de los días buenos. Si no fuese por estos días, la vida sería monótona y no nos daríamos cuenta de lo bien que estamos.

Ordena tu vida.


A veces uno piensa que su vida va muy deprisa e incluso ves que hay un desorden y no sabes por dónde empezar. Mi truco para ordenar mi vida es comenzar con lo que tengo alrededor. Por ejemplo el escritorio de mi oficina, lo ordeno, después la oficina, y si aún sigo viendo que algo no marcha bien, comienzo a hacer limpieza en profundidad en el resto de habitaciones de mi casa. Y con esto ¿qué consigo?. Lo primero que verás será orden y limpieza en profundidad y lo segundo que por arte de magia tu vida ha comenzado a sentir el orden y seguro que te entrarán ganas de enderezarla.

Hazlo con humor.

El humor debe ser parte de nuestra vida a través de chistes ingeniosos. El reírnos de nosotros mismos y del mundo, sanamente, ayuda a la mente a estar más feliz y a encarar los problemas del día a día con otra cara.
No te pierdas este trozo del discurso del rey visto por José Mota, no tiene desperdicio.

Escúchame.

En una conversación es importante lo que decimos, pero es aún más importante  escuchar lo que nos está diciendo el otro. Deja que la otra persona termine de hablar. Toma todo el tiempo que sea necesario. Relájate. Evita usar un lenguaje corporal que esté diciendo constantemente "no tengo todo el día para escucharte", y si por casualidad no tienes tiempo real, coméntaselo cortésmente.

Ten una afición.


Hoy en día hay muchas personas con diferentes hobbies. Unos son musicales, por ejemplo el seguir un grupo o algún tipo de música de nuestra niñez. Otros coleccionan juguetes, pins etc. La mayoría de las personas no saben por qué tienen ese tipo de aficiones, y el significado es sencillo, nuestras aficiones son un reflejo de nuestra felicidad pasada. Entramos en ese mundo por unos instantes y nos vamos sin darnos cuenta al pasado. Con tu afición, haces que el pasado que tú recuerdas de manera feliz, cobre vida en el presente.

Si no es necesario, no pidas un préstamo.

Perdónate...y procura no hacerlo de nuevo.

¿Piensas que eres la única persona en el mundo que ha cometido un error, una torpeza? Si eres capaz de perdonar a otros, ¿por qué no te perdonas a ti mismo? Los errores no matan pero sentirte desdichado  tal vez sí. Por eso perdónate y procura no caer de nuevo.

365 consejos para ser feliz 2