Vive el presente.

El pasado sábado tuve la suerte de ver en Sevilla la ópera Rigoletto. La mayor parte del tiempo estuve allí, atento a las voces, las canciones, el tema etc, pero hubieron ciertos momentos que me salía de lo que estaba viendo y comenzaba a pensar en otras cosas ajenas a la ópera.
Desgraciadamente, a veces dejamos de disfrutar del momento presente para irnos al pasado que ya no existe(y, ¿para qué pensar en él) o mirar hacia adelante, hacia un futuro que llegará en su momento.
A veces pensamos en el futuro y lo idealizamos. Pensamos que será de esta o aquella manera y que entonces cambiará mi vida. Nos perdemos el presente por un pasado que no volverá o por un futuro que aún no está escrito.
Consejo: Agárrate a este presente que sólo vives una vez y que es lo único que tienes.

Querido amigo José Manuel.

Mi amigo José Manuel Navarro tiene un don muy grande, un don que yo envidio mucho, y es su buena memoria. Cada cierto tiempo me escribe por facebook y me cuenta historias de mi niñez, de nuestra niñez que yo tenía olvidadas. Cada vez que me cuenta una historia mi mente se traslada al pasado y de nuevo vuelvo a vivirla.
Creo que todos deberíamos tener memoria para las cosas buenas y olvidarnos de las malas. Las cosas buenas deberían perdurar en nuestra memoria para siempre y las malas, por el contrario, deberían desaparecer (una vez que hemos aprendido la lección).
Amigo José Manuel espero y deseo que sigas teniendo esa mente maravillosa y prodigiosa y que sigas recordándome esos episodios, por mi olvidados, de mi niñez.

Juan Salvador Gaviota


Sueña lo que te atrevas a soñar. 
Ve donde quieras ir. 
Sé lo que quieras ser. 
¡Vive!
 Richard Bach

Viaja siempre que puedas.

Hace poco he tenido la suerte de viajar una vez más por Estados Unidos y como siempre mi mente, mi alma, mi espíritu y mi ser vienen muy fortalecidos con la experiencia.
Yo siempre aconsejo a todos mis amigos y familiares a que viajen, a que vean otras culturas y descubran que hay vida fuera de nuestras fronteras. Y con vida me refiero a que hay otros mundos por descubrir, otros mundos donde la palabra crisis no es usada diariamente en los telediarios y lo que es peor en la boca de todo el mundo.
Después del viaje, mi espíritu viene fortalecido por las maravillosas experiencias vividas. Mi mente se ha expandido un poco más con las cosas vistas y traigo sed de aventura, de movimiento, de evolución, de seguir adelante con fuerzas renovadas. Se ha abierto una ventana de esperanza, de ilusión por seguir viviendo en esta tierra maravillosa en la que nos ha tocado vivir.
Te aconsejo que la próxima meta que pongas sea la de viajar al extranjero, da igual donde sea, seguro que algo aprendes.
(Foto de Nashville, la cuna de la música cowntry)

No malcríes a los nenes.

Hoy en día estamos viendo como muchos niños se hacen hombres/mujeres y por no haber recibido una educación en casa correcta ahora son maleducados, no respetan nada, ni a ellos mismos y les cuesta comprender que existen una serie de leyes que deben cumplir.
Todo esto lo podríamos evitar si los papas siguieran a rajatabla unos sencillos consejos:
1. Establece límites claros y sencillos
Piensa lo siguiente: Al establecer normas que no dejan lugar a dudas, te ahorras algunas discusiones más adelante. Presta atención a lo diferente que suena decir "Bueno, sí puedes comerte una galletita..." (tu niño ahora tiene la esperanza de que dentro de poco se podrá comer otra) y decir "Te puedes comer una galletita, pero luego no me pidas más. Con ésta basta".
2. Cuando impongas un límite, obedécelo a toda costa
Si dices "uno", tiene que significar uno, y no uno y medio ni dos. A todos nos ha pasado que le hemos dicho a nuestro hijo que sólo se puede comer una galleta y al rato le permitimos que se coma otra. Piensa en el efecto de tus acciones a largo plazo. Tal vez realmente no haya ningún problema en que se coma sólo una galletita más, "sólo esta vez", pero una vez que te contradices, tu niñito aprende que mamá dice que no, y más tarde cambia de idea.
3. Nunca te rindas ante sus súplicas
Esta regla es muy sencilla: Una vez que das el brazo a torcer, le has enseñado a tu niño que lloriquear da resultado, ¿verdad?
4. Haz que tu hijo te convenza
Si tu niño quiere ver la televisión y no estás segura de que debas dejarlo, exígele un buen motivo para que se lo permitas. ¿Quiere ver su programa favorito? Si te explica que ya ha terminado la tarea y ha recogido su habitación, seguro que no te importará decirle que sí.
5. Exige que cumpla con sus obligaciones antes de jugar
No le haces ningún favor al ser demasiado permisiva. Los estudios indican que cuando los padres exigen que sus hijos cumplan sus tareas y obligaciones, los niños desarrollan mejor su capacidad para tolerar frustraciones.
6. No temas decepcionarlo
Lo peor para una mamá o papá es ver llorar a su niño, pero trata de no darle todo lo que quiere. Además, los estudios indican que al aprender a aceptar pequeñas desilusiones tu niño irá desarrollando importantes mecanismos que le ayudarán a sobrellevar situaciones de estrés emocional más adelante.
7. Deja que se esfuerce por conseguir lo que quiere
Muchos expertos piensan que malcriamos a los niños cuando les facilitamos demasiado las cosas, y con eso les enseñamos a no darles su debido valor. Si tu niño quiere una bicicleta nueva, por ejemplo, propón un sistema de recompensas a través del cual el niño vaya sumando puntos cada vez que se porte bien, para ganarse la bicicleta cuando alcance una cantidad determinada de puntos.

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